Lewis Hamilton hizo una declaración propia cuando comenzó la nueva temporada de F1 en Bahrein, Hamilton uso un casco decorado con un arcoíris en apoyo de los derechos LGBT en la región.
El piloto británico ardiente luchador por la desigualdad y defensor de los derechos humanos, con la ayuda de la F1 es responsable de generar un impacto muy positivo y crear conciencia sobre los problemas en los países que visita.
El casco no violó las reglas de la FIA sobre los conductores que hacen declaraciones políticas, pero la pelea de Hamilton con el organismo rector por el uso de joyas dio paso a una nueva temporada.
Este año se le ha concedido una exención médica para llevar el piercing en la nariz. La FIA recibió un informe del médico del equipo de Mercedes y estuvo de acuerdo con las «preocupaciones sobre la desfiguración con frecuentes intentos de extracción del dispositivo».
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